31 agosto 2011

Talleres para madres


Inauguramos talleres para madres que dicta nuestra psicóloga Mariana Villén junto con un grupo de psicólogas, con el objetivo de mejorar la comunicación de los padres con sus hijos y a fortalecer el vínculo con el aprendizaje.

Realmente creemos que acercar herramientas a las familias para que puedan ayudar a sus hijos en su educación es clave en el proceso que los chicos vienen transitando.

Todas las mamás resaltaron en el encuentro que los chicos tienen muchas ganas de venir todos los días y esperan ansiosos la hora de ir a EYC y nos agradecieron por lo que hacemos por los chicos y sobre todo por el buen trato que les damos.

24 agosto 2011

Festejamos el Día del Niño!

El sábado 20-8, educadores y voluntarios festejamos el

Día del Niño en "La Cárcova" junto a payasos, madres,

acróbatas. Consagramos los derechos de los más

chiquitos en un día en el cual la alegría fue el común

denominador y las sonrisas inevitables.

16 agosto 2011

DÍA DEL NIÑO


Te esperamos para festejar el día del niño junto a los chicos del barrio La Cárcova para festejar los derechos de todos! No te pierdas la oportunidad de hacer del 20 de Agosto un día inolvidable para vos y para los nenes de la Cárcova cuya infancia a veces queda rezagada debido a problemas de adultos.

10 agosto 2011

La infancia perdida


"La Convención Internacional sobre los Derechos del Niño (CIDN) establece, en su artículo 32, que todos los niños tienen derecho a 'estar protegidos contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social'."

Una vez más se corrobora la falta de correspondencia de la formalidad de las leyes con la realidad práctica; aquella en la cual estamos inmersos. Los niños tienen derecho a estar amparados ante el trabajo infantil; sin embargo, aquello no es suficiente para impedir que 1,5 millones de niños y adolescentes se enfrenten a esta gran problemática. Y no es sólo el hecho de estar expuestos a este panorama de vulnerabilidad y sensación de impotencia; además existen pensamientos que se constituyen en mitos que valoran positivamente el hecho que los niños estén insertos en el mundo laboral.

Te pasamos el siguiente link: http://www.lanacion.com.ar/1395305-una-infancia-perdida?utm_source=newsletter&utm_medium=suples&utm_campaign=NLComu , en el cual vas a poder investigar más sobre esta terrible epidemia que afecta cada vez a mayores chicos.

04 agosto 2011

EXCLUSIÓN vs INCLUSIÓN: por una educación por y para todos


Si tengo que buscar enemigos para la educación, podría decir que son varios los que anotaría en la lista, pero si tengo que elegir a uno, que en este momento considero principal, sin duda, tiene que ver con la exclusión, desencadenante de la deserción escolar, entre otras cosas.

Tanto dentro como fuera de la escuela, es común escuchar ciertas frases en relación a la educación, como por ejemplo:

“No le da…”

“Este chico no puede…”

“Es mucho para él/ella…”

Es cierto que no todos somos igual de inteligentes y es cierto que no todos tenemos las mismas capacidades desarrolladas de igual manera. Pero por otro lado, también es cierto, que no todos tenemos que saber hacer todo, y eso no quiere decir que no podamos o estemos aptos. Está comprobado que no existe un único tipo de inteligencia, sino que nuestro intelecto se nutre y se manifiesta de múltiples maneras. Es esto justamente lo que rompe con la histórica división entre "los alumnos inteligentes y los no inteligentes". Es necesario que como educadores pensemos en todos nuestros alumnos como personas inteligentes, teniendo en cuenta que cada uno puede tener más desarrollada una inteligencia que otra, pero sin perder de vista que todos pueden. Es importante tener en cuenta esto, ya que de esta situación se desprende directamente el hecho de que cada uno aprenda de manera diferente. Parado desde este pensamiento me pregunto: ¿Cómo es que la escuela selecciona un modelo educativo por sobre otro? ¿Con que criterio? Sin duda esta es una de las primeras causas de exclusión, lo cual genera fracaso escolar y lo más triste de esta historia es que este fracaso es vivido por el alumno como fracaso personal.

De aquí me surgen otra pregunta íntimamente relacionada a la anterior: ¿Qué es lo que le estamos diciendo a un chico cuando le decimos: "vos no podes"? ¿Qué consecuencias trae? Desde mi concepción acerca de la educación, una de las peores cosas que podemos y hasta hacemos los educadores es esto, decir: "vos no podes", lo cual desestimula, desalienta y desanima al chico haciéndole creer que no puede, con sólo decir que no puede. Cuanto peso tienen las palabras, ¿no?, y más, cuando vienen desde el lugar de la autoridad legítima en un contexto de enseñanza legitimado. Como educadores es importantísimo ser completamente consientes del peso que tiene cada uno de nuestras palabras en nuestros alumnos, como lo fue también con nosotros, cuando nos encontrábamos en su situación. El desaliento a seguir adelante, a seguir probando, a continuar, a intentar, es una de las tantas formas de generar exclusión. Ojo, como ya vimos, no es la única.

Vivimos en la diversidad y eso nos marca, nos enriquece y nos identifica; entonces: ¿Con qué argumento podemos pensar una educación única e igual para todos? ¿En dónde quedan esas diferencias? ¿Las borramos? Pensar en una educación para todos nos lleva a pensar desde la complejidad. Que todos pasemos por un proceso educativo no quiere decir que todos debamos transitar el mismo proceso. Somos personas diferentes, con pasados distintos y con un presente común que nos une y nos motiva a pensar un futuro conjunto. Pero ¿por qué hay que renunciar a lo que somos? Si pensamos a la educación como un camino único e igual para todos, homogeneizador y extintor de las diferencias, estamos siendo parte de otras de las causas que generan exclusión. Pararnos desde la complejidad para pensar la educación es realmente tan difícil como posible y es por eso que no hay que dejarse llevar por la comodidad que nos genera la simplificación de este proceso. Respetar, y no solo respetar sino que también desarrollar e integrar las diferencias de los educandos es uno de los desafíos que los educadores debemos enfrentar con todo lo que ello implica.

¿Y qué pasa cuando la exclusión es el último recurso? ¿Qué le está diciendo la escuela a un chico cuando lo expulsa? ¿Qué se le está enseñando dejándolo afuera? ¿Afuera esta la solución para su conflicto? ¿Afuera va a estar mejor que adentro? Son extremadamente variados los casos por los que un alumno puede llegar a ser expulsado, pero conociendo varios casos, la sensación que a mí me genera es que, la escuela, lamentablemente, no está preparada para ciertos casos particulares y sea por comodidad, desinterés o lo que fuese, decide dejar gente afuera como si de esa forma se solucionara algo.

Son diferentes los casos por los cuales un chico puede llegar a la condición de excluido y ciertamente son todos estos casos los que me llevan a pensar y cuestionar la validez de nuestro sistema escolar. ¿Es correcto que la exclusión sea parte del mismo de manera natural como lo es ahora, o será que el sistema educativo todavía no está lo suficientemente pensado y desarrollado en función de las necesidades de todos? Hay mucho por pensar, mucho por debatir y mucho por cambiar, pero ese proceso de pensar, debatir y cambiar lleva tiempo y durante ese tiempo hay mucha gente siendo excluida de nuestro sistema educativo formal y viviendo ese fracaso como propio y no como algo todavía irresuelto para la educación. Como educadores no podemos mirar al costado. Es cierto que hay mucho por cambiar pero también es cierto que cada uno de nosotros tiene a cargo un grupo de personas y tiene las herramientas para pelear contra la exclusión. No seamos cómodos. No depositemos las responsabilidades en el otro. Pensemos, debatamos y cambiemos lo que es necesario cambiar, pero mientras tanto ACTUEMOS y no dejemos que la exclusión siga siendo parte del tan complejo y difícil, como intenso y transformador, que es el proceso educativo.

JONATHAN ARIEL NAHMOD

24 años - Estudiante Cs. de la Educación - UBA

nahmodariel19@hotmail.com

twitter: @arielnah

Educación en voz de los jóvenes


Inauguramos una nueva sección en el blog denominada "Educación en voz de los jóvenes" destinada a que los universitarios puedan expresarse, cada uno desde su propio campo académico acerca de diversos temas relacionados con la educación. No hay nada más valioso que el aporte de los que estudian para cambiar la realidad.
El primer artículo lo escribió un estudiante de Ciencias de la Educación, quien manifestó su opinión acerca de la actitud que no se debería adoptar frente a los educandos.


02 agosto 2011

Concepto de infancia, variaciones históricas



Marta Lewin, Lic. en Psicología ya escribió para el blog un artículo relacionado con el juego a partir de la perpectiva de Winnicot. Para esta fecha, optó por manifestar las distintas nociones de "niño" según diferentes épocas hasta llegar a la actualidad, en la cual "es el niño quien ahora enseña a sus padres, enfrentando un futuro que resulta incierto".

La historia construye la infancia, cada época fabrica su idea de “niño”, la actual es muy diferente a la de la Edad Media o a la concepción que circulaba en tiempos de Freud. Retrospectivamente el concepto de infancia era desconocido. Su construcción es relativamente tardía: se da en la Modernidad, época donde se genera un nuevo interés en la infancia como objeto de estudio. Los pedagogos son los sujetos destacados en este proceso y la escuela la institución escenario de de este nuevo acontecer. Nace la pedagogía infantil.

El niño moderno, de la época freudiana, era concebido como inocente, sin pecado, maldad ni sexualidad, debía ser protegido celosamente por la escuela y la familia. La familia tradicional cuidaba amorosamente a sus hijos de la influencia externa,

ser niño era muy diferente a ser adulto. Esta división, inexistente en el Medioevo, tiende a diluirse en la actualidad en la que cursando una época de transición, los niños se apartan de la concepción moderna que imperaba.

Históricamente el infanticidio era permitido hasta el siglo IV, período en el cual la autoridad romana prohibió esta costumbre de que el padre abandonara a los hijos recién nacidos en cualquier lugar público para que murieran o fueran recogidos por alguien, los vendieran como esclavos o los cediera a algún pariente.

No se trataba únicamente de matar o abandonar al niño. Los niños sobrevivientes eran inducidos con opio para coinciliar el sueño, con fines sedativos se los fajaba, se los ataba, debían trabajar desde temprana edad, eran criados por nodrizas, no se los amamantaba.

Durante el siglo XVIII no estaba instalado el concepto de familia, la mortalidad perinatal de la madre y del hijo era de cerca del 30% al 50%. Los padres morían jóvenes, los niños quedaban frecuentemente huérfanos. Los adultos tendían a no apegarse demasiado a sus hijos ya que la posibilidad de sobrevida era escasa.

Sólo a partir del siglo XIX la infancia toma un lugar en la historia: filósofos, poetas, educadores como Rousseau, Pestalozzi, Froebel entre otros desarrollaron ideas acerca de la importancia del juicio en la infancia. El afecto y la educación reemplazan al sometimiento, la disciplina, la obediencia.

Podemos ubicar los orígenes del pensamiento psicoanalítico a partir de esta nueva concepción de infancia. Freud en sus primeros escritos, a fines del siglo XIX, va a otorgar identidad propia a la vida infantil; buscará en ella la etiología de la psicopatología infantil.

Actualmente los padres, criados con otra ideología, intentan, en el mejor de los casos, adaptarse y entender la realidad que los atraviesa. La revolución informática, la desvalorización del esfuerzo, la desaparición de idealismos y ambiciones, la caída del ideal de progreso son marcas que se imponen. Lo inmediato, la imagen se instala. Ya no se trata de un niño frágil e indefenso según parámetros que operaban en el pasado. Tampoco de un niño obediente que toma y acata las órdenes que provienen de los adultos, en realidad podemos considerar lo opuesto. Es el niño quien ahora enseña a sus padres, enfrentando un futuro que resulta incierto.

Lo cronológico, lo lineal, lo monótono que ordenó la pedagogía moderna se encuentra en crisis en nuestros días, los sistemas educativos clásicos se enfrentan a grandes dificultades. Esta nueva ventana abierta a los desafíos de la actualidad, hace especial crisis en ambientes más carenciados, ya que al desfasaje tecnológico se le unen las dificultades socioeconómicas, siendo éste el compromiso de nuestros tiempos.

Lic. Marta Lewin

martalewin@fibertel.com.ar

Psicóloga

Columnista del blog